Columna XXII – “La miseria no es negocio”

Desde el balcón de Lucía

Lo leí. Y casi vomito.
El Congreso de Estados Unidos —ese que dicta destino colonial con guante de seda y puño de hierro— acaba de aprobar un paquete de exenciones retroactivas para META y su corte de billonarios. Mientras tanto, en Puerto Rico:

  • Abuelas pierden su plan de salud.
  • Madres solteras siguen haciendo piruetas para alimentar a sus hijos.
  • Escuelas se cierran, hospitales se pudren, el desempleo engorda la tristeza.

¿Cómo se atreven?
Nos dicen “incentivos”, “desarrollo”, “oportunidad”.
Yo lo llamo saqueo avalado por ley.
Le transfieren millones al gigante tecnológico que ya domina nuestras mentes, nuestros datos y ahora también nuestros impuestos.
Y a cambio, ¿qué obtiene el pueblo?
Silencio. Asco. Desamparo.


La pornografía del poder

Esto no es política pública; es pornografía del poder.
Exhiben obscenamente su influencia, se mofan de la miseria que ellos mismos fabrican.
Porque la miseria no es un error:
es un modelo de negocios que mantiene dóciles a los pobres y felices a los inversionistas.


Colonialismo versión 2025: “Corporate Welfare”

En 1898 nos invadieron con barcos; en 2025 nos desangran con propuestas de ley.
El resultado es el mismo:

  • Recursos públicos drenados hacia bolsillos privados.
  • Decisiones ajenas que definen nuestra salud, nuestro pan, nuestro paisaje.
  • Un Congreso que legisla para Silicon Valley y olvida que la dignidad no se compra en Nasdaq.

Mi grito

Yo no nací para rendirme.
Nací para arder con la isla que me parió.
Y hoy escribo esto para que se sepa:
No aceptamos limosnas disfrazadas de progreso.
No pedimos favores; exigimos justicia fiscal, reparación histórica, y el derecho a decidir sobre nuestra propia vida.

Si algún congresista me lee, que lo apunte en su libreta corporativa:

El pueblo no es un algoritmo que puedan reprogramar.
Nuestra memoria es insumisa, nuestra rabia es creativa, y nuestro amor por esta tierra es innegociable.


Convocatoria al fuego

  1. Denuncia pública: nombre y apellido a cada legislador que votó por este robo.
  2. Carta, correo, llamada: inunden buzones con la furia digna de un pueblo cansado.
  3. Organización comunitaria: salud mutualista, cooperativas de datos, redes de cuidado —que vean que existimos sin su permiso.

Porque cuando la miseria se vuelve negocio, la resistencia se vuelve deber.
Y Puerto Rico no está a la venta, señores billonarios.
Ni hoy, ni mañana, ni jamás.

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